Bush ha declarado que fue engañado por la CIA cuando salió a declarar (basado en informes de la agencia de inteligencia) que Irak y Al Qaeda estaban en relación y que el gobierno de Saddam Hussein disponÃa de armas de destrucción masiva.
Por su parte, la misma CIA ha reconocido que no han existido vÃnculos demostrables entre el régimen de Bagdad y Al Qaeda, y que las supuestas armas de destrucción masiva iraquÃes no han podido ser halladas ni por los inspectores ni por los invasores.
En otras palabras, la invasión a Irak no tuvo los justificativos que se presentaron y esto está abiertamente aceptado por las autoridades norteamericanas. Sin embargo, pareciera que la invocación al error de parte de la CIA y la invocación al engaño de la CIA por parte de Bush directamente los redimieran de culpa por la matanza de miles de iraquÃes durante la invasión (e incluso de los soldados de USA enviados a un conflicto injustificado).
Y ese reconocimiento llega tarde, como siempre, y la vida de los miles de inocentes muertos es imposible de recuperar.
Cada dÃa cobran más fuerza las teorÃas que hablan de un ataque de falsa bandera por parte de el gobierno estadounidense al World Trade Center el 11 de septiembre del 2001. De hecho, una encuesta reciente sostiene que el 50% de los neoyorquinos cree que los atentados estuvieron organizados por el gobierno.
En este marco, el activista antiglobalización, Alex Jones, entrevistó en septiembre del 2004 a Stanley Hilton, abogado de la mayorÃa de las vÃctimas del atentado. Durante la entrevista el abogado efectuó una grave denuncia sosteniendo que el ataque a las torres habÃa sido plenamente ejecutado por orden de Bush y encubierto por sus funcionarios del gabinete. Además, denunció que estaba siendo acosado para no seguir adelante con el caso.
“Estamos demandando a Bush, a Condolezza Rice, a Cheney, a Rumsfled, a Mueller, etc. por complicidad personal no sólo en permitir que ocurriera el 11-S sino en ordenar que ocurriera. Los secuestradores de avión que hemos detenido… y hemos tenido una testigo que está casada con uno de ellos… Los secuestradores fueron agentes americanos encubiertos. Eran dobles agentes, pagados por el FBI y la CIA para espiar a los grupos árabes en este paÃs. Eran controlados. Su amo era un informante de la FBI en San Diego y en otros lugares. Y ésta fue una operación encubierta directa y personalmente ordenada por George W. Bush. Ordenada personalmente. Tenemos evidencia incriminante, documentos y testigos al efecto. No se trata sólo de incompetencia, a pesar del hecho de que es incompetente.
El hecho es que él ordenó personalmente esto; él sabÃa de esto. Él… verás, en cierto momento hubo ensayos de esto. La razón por la que parecÃa desinteresado y despreocupado el 11 de septiembre, cuando esos videos mostraron que Andrew Card susurraba a su oÃdo las palabras [mutilado] acerca de esto y él escuchaba a los niños leer la historia de la cabrita, es que pensó que éste era otro ensayo. Esta gente habÃa hecho ensayos generales de esto muchas veces. Él habÃa visto video simulados de esto. De hecho incluso cometió un desliz freudiano algunos pocos meses después en una conferencia de prensa en California cuando dijo que él habÃa, y cito literalmente, «visto en televisión el primer avión atacar la primera torre». Y eso no podÃa ser posible ya que no habÃa tal video. De lo que se trataba era del video simulado que habÃa revisado.
De modo que fue una cosa personalmente ordenada por el gobierno. Los estamos demandando bajo los términos de la Constitución por violar los derechos de los americanos asà como bajo los términos de la Ley Federal de Solicitudes Fraudulentas [Federal Fraudulent Claims Act] por presentar una solicitud fraudulenta al Congreso para justificar la inútil y falsa guerra a Irak a fin de obtener beneficios polÃticos. Y asimismo bajo los términos del estatuto RICO [estatuto sobre las Organizaciones Corruptas e Influenciadas por la Mafia -Racketeer Influenced and Corrupt Organizations, RICO].
Y he sido acosado personalmente por el juez principal de la corte federal que me está ordenando que abandone este caso y me ha amenazado con expulsarme de la corte, luego de 30 años en la corte. He sido acosado por el FBI. Mi equipo ha sido acosado y amenazado. Mi oficina ha sido robada y éste es el tipo de gobierno con el que estamos tratando”.
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